La actitud, el valor principal de las personas

En la última reunión de Dirección Ampliada, de la que participaron los principales referentes de todas las áreas de la empresa, se trabajó sobre un concepto que vale la pena compartir con todos: la actitud como clave del valor personal y profesional.

La reflexión partió de la fórmula propuesta por Víctor Küppers, según la cual el valor de una persona se define así:

(C + H) × A

donde:

C = Conocimiento

H = Habilidad

A = Actitud

La clave está en que C y H suman, pero A multiplica.

Küppers resume la idea con una frase inspiradora:

“El valor de una persona no depende solo de lo que sabe formalmente (C) ni de lo que sabe hacer (H), sino sobre todo de la actitud con la que enfrenta la vida (A). Porque la actitud multiplica. Podés tener mucho conocimiento y muchas habilidades, pero si tu actitud es negativa, escasa o limitada, todo eso se diluye o incluso se vuelve contraproducente.”

Durante la reunión, los equipos trabajaron en grupo para transformar frases que reflejan una actitud poco constructiva en preguntas positivas y proactivas.

Algunos ejemplos:

“No tengo tiempo para eso.”
💡¿Qué prioridad tiene el proyecto?¿Qué se necesita reajustar para hacerlo posible?

“Así se hizo siempre.”
💡¿Hay otra forma de hacerlo? ¿Podemos intentar otras alternativas y formas de hacerlo con mayor efectividad?

Eso no me lo comunicaron
💡Podríamos ordenar el proceso para que me incluyan en la comunicación y estar al tanto.

“Eso es imposible”
💡¿Qué necesitaríamos para que eso fuera posible? ¿Qué alternativas podríamos explorar para acercarnos a ese objetivo? ¿Qué obstáculos estamos viendo y cómo podríamos superarlos?

“Eso no es mi tarea.”
💡¿Con qué puedo ayudar a quien la tiene asignada o cómo podemos dividirla para no pisarnos? ¿Hay quién me explique como se hace esta tarea para poder sumarme? ¿Hay alguien más disponible para ayudar? 

“Eso debería hacerlo otra área.”
💡 ¿Cómo podríamos colaborar con esa otra área para resolverlo juntos?

No puedo hacer nada sin aprobación.
💡Es preferible pedir perdón y no permiso, ¿Tendrá algún riesgo grave o alguna consecuencia importante hacerlo sin aprobación? ¿Qué tan irreversible es?